Un supuesto cuadro de Caravaggio protagonista de la novela
El próximo, 8 de marzo, sale a la venta La pintura del monstruo de José Emilio Iniesta.
Cuando una importante exposición en Roma, en el Palacio del Quirinal, abre los actos conmemorativos de los cuatrocientos años de la muerte de Michelángelo Amerighi (o Merisi), llamado “Caravaggio”, y en la que se podrá contemplar 24 “obras maestras” juntas por primera vez en cuatro siglos, aparece La pintura del monstruo de José Emilio Iniesta.
La pintura del monstruo no es exactamente una novela protagonizada por Caravaggio, sino por un cuadro atribuido a él, un lienzo que Caravaggio no pudo pintar y que, precisamente por eso, él quizás pintó, por paradójico que esto pueda parecer, aunque ese hecho no es menos paradójico que la vida y la obra de un hombre que aún nos desconcierta, porque, ¿hubo un solo Caravaggio o muchos?, ¿Cómo compaginar la infinita dulzura de su Descanso en la huida a Egipto con la violencia de obras sobre martirios o torturas? ¿Cómo pensar que el autor de su sensual Baco se regodeó después con la putrefacción de unos cuerpos muertos? ¿Quién fue realmente Caravaggio? Ni siquiera estamos seguros de cómo murió (¿disentería, veneno…?) y por eso se han desenterrado sus presuntos restos, que están siendo objeto de análisis.
La pintura del monstruo incide a partes iguales en la gloria y miseria de un personaje que fue a la vez verdugo y víctima de otros, y siempre víctima de sí mismo. Un artista prácticamente olvidado durante dos siglos, que jamás firmaba sus cuadros (se le han atribuido bastantes, para desesperación pero también para entretenimiento de los estudiosos del Arte), cuya firma es su inigualable estilo. En la novela La pintura del monstruo Caravaggio es un ser inasible, sumido en las tinieblas que él mismo pintó, quizás como un reflejo de sí mismo.
La novela
Patricio Almela, profesor de historia del arte y gran experto en pintura “tenebrista”, arrastra problemas psicológicos desde la trágica muerte de su esposa. Muy a pesar suyo tendrá que encargarse de averiguar si un extraño cuadro es obra de Caravaggio o, por el contrario, se trata de una burda falsificación. Pero pronto descubrirá que el cuadro es mucho más de lo que parece. Una hermosa mujer, una herencia enrevesada, un secreto de familia trasmitido durante generaciones, un ajuste de cuentas… Patricio está lejos de sospechar que el misterio que ese cuadro encierra va a poner su vida y la de otros en grave peligro.
Mientras desarrolla su investigación, Patricio evoca diversos episodios de la turbulenta biografía de Caravaggio… ¡probablemente el mayor psicópata de la historia del arte!
El autor
Es licenciado en Filología Románica y Catedrático de Lengua Castellana y Literatura.
Su interés por la civilización que floreció en Al-Ándalus le ha llevado a estudiar árabe, obteniendo la diplomatura de dicha lengua en la EOI de Alicante.
Ha colaborado con varias revistas de variado carácter cultural, tales como “La Sierpe y el Laúd”, “Monteagudo”, “Cangilón”, “Algarabía”, “Crónicas Azahar”, “Revista del Instituto egipcio de estudios islámicos”, “Postdata”, etc.
Dos relatos suyos han sido incluidos en la “Antología de narradores murcianos II” y en “Cuento, luego existo”, respectivamente.
Ha publicado Si Vivaldi aprendiese solfeo (2006) y La risa de las mujeres muertas (Alfaqueque Ediciones, 2009).