jueves, 31 de diciembre de 2009

jueves, 24 de diciembre de 2009

CIEZA: Presentación de "Recitando a Petrarca"


En Cieza (Murcia), el lunes, 4 de enero, de 2010, a las 20,00 h. en Casa efeSerrano, tendrá lugar la presentación de la novela de Ignacio BorgoñósRecitando a Petrarca.

Participan:
Bartolomé Marcos Carrillo, Catedrático de Lengua y Literatura en el IES Diego Tortosa.
Ignacio Borgoñós Martínez, autor.
Fernando Fernández Villa, editor.

Al finalizar el acto se servirá un vino.

Estáis invitados.


sábado, 19 de diciembre de 2009

Reseña de "Comunión" en el blog de literatura "Tiempo de silencio"


Reseña de Antonio Martínez Asensio en su blog de Literatura "Tiempo de silencio".

Si quieres leerlo pincha aquí.

Me he divertido mucho leyéndome estos doce relatos. Algunos son inquietantes, otros dulces, otros sorprendentes. En “Sonidos en un piso vacío” dos enamorados, dos vecinos, separados por un piso vacío escuchan lo que parecen los ecos de su propia pasión o de sus propios deseos. “Comunión”cuenta la historia de un grupo de amigos, uno, el Gordo Muñoz, exseminarista, y los demás exmonaguillos, celebran una misa falsa, muy mayores ya, mientras recuerdan sus vidas y se despiden, de alguna forma, de lo que fueron, de los tiempos siempre felices de la infancia. 

“Monos de mar” explora la relación entre dos hermanos y explora con acierto el otrolado, la maldad, porque quien toma la palabra es el hermano malo, el envidioso, el violento, y asistimos a los intentos del otro hermano por vencer, por convencer, por romper la relación destructiva que hay entre ambos.

“Tres versiones de El Sur” explora “la barbarie… la muerte indiscriminada y violenta… la fatalidad arbitraria… la mala suerte” a través de tres trayectos terribles, tres historias de violencia que terminan el aquel fatídico 11-M.

“Igual que entonces” nos habla, mezclando la redacción de una noticia con la historia real de una mujer maltratada, en todos los sentidos, por su marido, por su hija, por la soledad, por la vida, y que solo encuentra consuelo escondida en el armario que la aleja por un momento de su terrible vida, de la vida vulgar de tanta gente. Otra historia de soledad absoluta es “El hombre que respondía a los correos basura” (aunque parezca un chiste).

“Objetos personales” es delicioso: nos cuenta, intercaladas con las palabras de bienvenida de la locución del AVE (que terminan con el ya famoso “…comprueben que no olvidan sus objetos personales…”) las historias de varias personas, y sus contradicciones, a través de sus conversaciones por el móvil dentro del vagón. Lleno de humor y de ternura. Y “Las luciérnagas” es una joya: un hombre se levanta a media noche y mientras deambula por la casa, suena el teléfono y una voz de mujer le dice algo (creyendo que habla con otro) lleno de pasión, y esas palabras le hacen ser consciente de quien es, su realidad más rotunda, y le hace recordar, seguramente, quien pudo ser alguna vez.

“Los muertos” es fantástico (en todos los sentidos) y tiene un final extraordinario, además de beber de la mejor tradición: un hombre acuesta a su madre, una mujer que siempre estuvo en contacto con los espírtus, con el más allá, y le anuncia a su hijo, que recuerda lo que ha sido su vida, marcada por su madre, que esa noche será la última. Un cuento oscuro pero lleno de tristeza, de resignación, de dignidad.

“Anamorfosis” parece una revisión de La Metamorfosis o un homenaje a Kafka: un hombre que descubre todos los hombres que hay dentro de él, los monstruos, las formas terribles que lo componen, tal vez la verdad. Siempre la soledad. Pero aún más kafkiano es “La torre” (¿O es borgiano?) con una torre infinita, que crece en función de nuestra propia vida, nuestras propias angustias. Un lugar del que es imposible escapar. Una realidad que nunca sabremos si es real. Un sueño. Un lugar inquietante y sin embargo conocido.

Por último, “Libélula” cuenta una historia llena de realidad, de fatalidad, de amores no correspondidos, de secretos compartidos, de victorias y sobre todo de las grandes derrotas que los perdedores sienten que les esperan en cualquier esquina. Sólo un momento de paz, una ilusión de la victoria, antes de la derrota definitiva.

“Comunión” me parece una magnífica lectura para estas navidades, para pensar un poco, para buscar respuestas, que no nos vendrá mal reflexionar entre copa y turrón sobre quienes somos en realidad, sobre la soledad y sobre nuestros miedos y nuestros deseos.

Como los buenos relatos están llenos de verdades, de misterios, de reflexiones envueltas en otras cosas, llenos de trozos de vida, de otras vidas, ya imposibles. Merece la pena.

lunes, 7 de diciembre de 2009

BLANCA, Villa del Libro: Presentación de "La risa de las mujeres muertas"


Estáis invitados a la presentación de La risa de las mujeres muertas de José Emilio Iniesta González, el próximo jueves, 10 de diciembre, a las 20,00 h. en la cafetería Siglo XX de Blanca.

La presentación ha sido APLAZADA para el 14 de enero de 2010. Perdonad las molestias.

Pinchar en la imagen para ver la invitación .

domingo, 6 de diciembre de 2009

Presentación de "Comunión" en Madrid


El pasado, 3 de diciembre, se presentó en la Librería Tres Rosas Amarillas de Madrid, Comunión de Eloy M. Cebrián.

El acto fue presentado por Estelle Talavera, escritora y editora, Eloy M. Cebrián, autor y Fernando Fernández, editor de Alfaqueque.


Estelle Talavera, Eloy M. Cebrián y Fernando Fernández.

Lectura a cargo de Manena Rosado Gámir.

Lectura por Alejandro Pareja Rodríguez.

Lectura de Áurea López Vigil.

Asistentes al acto.

Eloy M. Cebrián, Steve Redwood y Estelle Talavera.

Fernando, José Luis (propietario de Tres Rosas Amarillas) y Eloy.

Después del acto.

Firmando ejemplares.


Reseña de "Comunión" en ABC


La escritora y editora, Estelle Talavera Baudet, es la autora de la reseña (2/12/2009) aparecida en el diario ABC de Comunión de Eloy M. Cebrián.

Hacer click aquí, para leerla.

"Recitando a Petrarca" se presentó en CARTAGENA


La presentación en Cartagena (30/11/2009) de Recitando a Petrarca estuvo protagonizada por Juan de Dios García.

Juan de Dios García, Ignacio Borgoñós y Fernando Fernández